Las personas somos curiosas por definición. Siempre queremos saber un poco más. De ahí, por ejemplo, que la ciencia avance. O que, cuando leemos o nos cuentan una historia, siempre querramos saber lo que viene después. (Recordemos si no a la princesa Sherezada, que salvó su vida manteniendo en vilo la curiosidad de su verdugo durante mil y una noche)
Del mismo modo, apelando a la curiosidad insaciable del público, durante el siglo XIX se pusieron de moda los folletines (novelas por entregas). Por supuesto, el auge de este tipo de literatura también coinicide históricamente con la prensa industrializada y más tarde con la invención de la radio, donde las novelas tomaron forma sonora y se convirtieron en radionovelas, o radioteatros.
En cierto que hoy en día el radioteatro es una especie en peligro de extinción. No obstante, alguna vez (y no hace tanto) este género cautivó a grandes audiencias: familias enteras que se reunían de tarde en tarde alrededora de la radio para acompañar el desarrollo de una historia que cobraba vida en las expresivas voces de actores y actrices radiofónicos. Actualmente, la dramatización en radio se utilizaba bastante en la publicidad.
A grandes rasgos, los radioteatros constituyen historias reales o ficticias que se transmiten en capítulos y que tienen una duración variable. En su desarrollo intervienen voces, efectos de sonido, música y silencio.
Los hechos narrados en los radioteatros se organizan en tres momentos básicos: presentación, desarrollo y desenlace.
- Presentación o introducción: En los primeros capítulos el público conocerá a los personajes, las relaciones que tienen entre sí, el contexto donde se desarrolla la historia y algunos detalles más.
- Desarrollo: En los capítulos centrales comienzan los conflictos, crisis y nudos dramáticos, es decir todas las cosas que provocan cambios, alteran la situación inicial, o transforman a alguien. Con el fin de mantener vivio el interés del público, estos capítulos incluyen clímax (momentos de resolución) y anticlímax( momenos más descriptivos), de este modo se genera tensión y la historia avanza.
- Desenlace: En los capítulos finales, los conflictos que se formaron comienzan a solucionarse y finalmente la historia culmina.
Actualmente, el radioteatro puede concebirse como una herramienta más en la tarea de promoción cultural y comunitaria; sólo basta poner los recursos de la creatividad y la imaginación al servicio de problemática vinculadas con la realidad, buscar historias creíbles y proponer mensajes constructivos y transformadores que propicien el espirítu crítico del oyente respecto a su entorno inmediato.
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